Hace 8 años, un día como hoy, la sociedad argentina coincidía, espontáneamente y por diversas razones, en las calles de todo el país para expresar su descontento frente a un modelo iniciado en 1976, con ladictadura militar, que utilizando el terror y la muerte sentó las bases para lo que vendría en las siguientes décadas del ’80 y ’90, que fue la consolidación de un sistema generador de pobreza y exclusión social, de egoísmo e individualismo, un sistema que rompió con los lazos sociales fundamentales, lazos que volvieron a unirse y a reconstruirse parcialmente aquel 19 de Diciembre del 2001.
Somos hombres y mujeres de nuestro tiempo (niños, adolescentes, adultos) viviendo en el presente de una realidad diezmada, consecuencia de un pasado nefasto. Una realidad que no es más que el resultado de la imposición de un sistema pensado para no pensar, creado para no crear. Un sistema del miedo que ha logrado, con cierto éxito, aislarnos los unos de los otros, encerrarnos detrás de las rejas de las ventanas, que nos ha hecho confiar en la desconfianza, comunicarnos solo por Internet, hacer invisibles a aquellos que mas nos necesitan, limitarnos la capacidad de soñar, nos ofrecen quedarnos sentados, en silencio, nos convidan simplemente a esperar… Pero, resulta, que alguna vez alguien dijo que “una juventud que no crea es una anomalía realmente”, y tanta razón tuvo, que aquí estamos (y como nosotros muchos mas)
invitando a la sociedad en su conjunto, a los jóvenes de entre 10 y 99 años a recuperar lo que comenzó a vislumbrarse aquel 19 de diciembre del 2001, a recuperar con sentido constructivo lo que nos pertenece, el espacio publico, las calles, las veredas, las plazas de cada barrio. Tenemos la profunda convicción de que este es el camino, porque este ejercicio de recuperación lleva implícito reconquistar muchas otras cosas.
Los invitamos a recuperar, a través de la cultura, la educación y el arte, el compromiso, la solidaridad, la vocación transformadora, la libertad que nos arrebató el miedo, el pensar por nosotros mismos, el volver a reconocernos en el otro, a recuperar las voces ignoradas, los abrazos, les ofrecemos recobrar juntos el tiempo perdido, la memoria, rescatar del olvido los sueños para soñarlos una y otra vez hasta que esos sueños se apoderen de la realidad. En fin, aquí estamos, para invitarlos a construir juntos una Ciudad distinta, una Avellaneda mejor, solidaria, activa, transformadora, inclusiva, una Avellaneda en donde lo que es de todos vuelva a ser de todos y para todos.
C.C.Patas Arriba